En 1972 el Sr. Silvio D’Agnoluzzo llegó a Pará e instaló un aserradero en el km Cero, donde hoy se ubica el municipio de Dom Eliseu. Diez años más tarde, en 1982, crea, junto con el Sr. Vitório Sufredini Neto, la Laminadora Rio Concrem, que iniciaría el Grupo Concrem. Un año más tarde, el Sr. Silvano y Adriano D'Agnoluzzo se unieron al Grupo, dando inicio a Laminator Paragominas, en el municipio de Paragominas, también en el estado de Pará. En ese momento, cuando el mercado de las palas estaba al rojo vivo, la gente trabajaba en dos turnos, llegando a una producción de aproximadamente 5.000 m³ de palas al mes.
En 1989 se construyó Flora Industrial, la primera Fábrica de Contrachapados del Grupo en Paragominas. En los años siguientes, con los excelentes resultados obtenidos, se inauguró Rio Concrem Industrial en Dom Eliseu, también con foco en la madera contrachapada. Con el tiempo, la productividad aumentó y la materia prima de los bosques nativos producto de un proyecto de manejo ya no era suficiente. Por lo tanto, se introdujo la plantación forestal.
En 1993, el Grupo Concrem inició la siembra de Paricá (Schizolobium amazonicum), especie originaria de la Amazonía, en Dom Eliseu. El área, perteneciente a la empresa Río Concrem, era de 120 hectáreas. Al año siguiente, en el municipio de Paragominas, el área sembrada era de 250 hectáreas. Desde entonces, la reforestación se ha convertido en la mayor inversión del grupo, comenzando con la plantación de eucaliptos.
En el año 2000 nace Expama – Exportadora Paragominas de Madeira, dirigida al sector de los suelos de madera. La empresa producía pisos de madera con altos estándares de calidad, siendo referencia en el ramo. En la actualidad, Expama centra sus esfuerzos en la producción de monturas, contando con más de 50 patrones en su cartera y centrándose en el mercado americano.
En 2002, los árboles ya tenían las características de la madera tradicional de la industria del contrachapado, pero el diámetro era mucho menor, de 12 a 30 cm, y no eran productivos en las máquinas existentes. La solución, entonces, sería esperar unos años más a que aumente el diámetro o surjan máquinas adecuadas. Ante esta necesidad, el Sr. Silvio D’Agnoluzzo, fundador del Grupo, desarrolló un torno deshojador que permitió la producción de chapas de madera contrachapada e inició un nuevo ciclo en la región.
En 2010, se inició una nueva etapa para el Grupo Concrem, con la producción de MDF y la fundación de Flora MDF, donde su producción se convirtió en materia prima para las empresas del Grupo.
En 2015, hubo un factor único para Flora, donde inició las actividades termoeléctricas de la empresa, que abastece todos los procesos productivos de la fábrica.
En 2017, Flora amplió su capacidad productiva, poniendo en marcha la nueva línea de producción de MDF, Dieffenbacher. Cuenta con el más alto estándar de calidad de la tecnología alemana, siendo hoy el principal proveedor productivo de Flora.
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